Enfermedad ortopédica
¿Por qué tu cachorro de raza grande cojea y tiene las patas torcidas?
Si tienes un cachorro de raza grande, como un pastor alemán, un labrador o un gran danés, es posible que hayas notado que a veces cojea o que tiene las patas torcidas. Esto no es normal y puede ser un signo de una enfermedad ortopédica que afecta al desarrollo de los huesos y las articulaciones.
¿Qué es la enfermedad ortopédica en cachorros de razas grandes?
La enfermedad ortopédica en cachorros de razas grandes es un conjunto de trastornos que afectan al crecimiento y la formación de los huesos y las articulaciones, especialmente en las extremidades. Estos trastornos pueden causar dolor, inflamación, deformidad, cojera y limitación del movimiento. Algunos de los trastornos más comunes son:
La desviación de los ejes de las patas: es cuando las patas se desvían hacia adentro o hacia afuera, formando un ángulo anormal con el cuerpo. Esto puede afectar a una o varias patas y puede ser leve o severo. La desviación puede deberse a una alteración en el crecimiento de los huesos largos, como el húmero (el hueso del brazo) o el fémur (el hueso del muslo), o a una lesión en las articulaciones, como la cadera o el codo.
La osificación durante el crecimiento: es cuando el cartílago que recubre los extremos de los huesos se endurece y se convierte en hueso. Esto es normal y necesario para que los huesos crezcan y se unan entre sí. Sin embargo, a veces este proceso puede ser irregular o excesivo, lo que puede provocar que los huesos se deformen o se rompan. Un ejemplo de esto es el disco de crecimiento distal de la ulna (el hueso del antebrazo), que puede osificarse demasiado rápido y causar que el codo se desalinee y se inflame.
Como saber si mi cachorro tiene enfermedad ortopédica
Si observas que tu cachorro cojea, tiene las patas torcidas, muestra signos de dolor o inflamación en las articulaciones, o tiene dificultad para moverse, debes llevarlo al veterinario lo antes posible. El veterinario realizará un examen físico y unas pruebas de imagen, como radiografías o ecografías, para determinar el tipo y el grado de afectación de los huesos y las articulaciones. El diagnóstico precoz es fundamental para evitar complicaciones y secuelas a largo plazo.
La enfermedad ortopédica en cachorros de razas grandes depende de varios factores, tanto genéticos como ambientales. Algunos de los factores que pueden influir son:
- La genética: algunas razas tienen una mayor predisposición a sufrir estos trastornos, debido a que han sido seleccionadas para tener un tamaño o una forma determinados. Por ejemplo, los perros de raza grande tienen un crecimiento más rápido y más prolongado que los de raza pequeña, lo que puede generar más estrés en los huesos y las articulaciones.
- La alimentación: una dieta inadecuada, ya sea por exceso o por defecto, puede afectar al desarrollo de los huesos y las articulaciones. Por ejemplo, un exceso de calorías o de proteínas puede acelerar el crecimiento y provocar que los huesos se alarguen más de lo normal. Por otro lado, una deficiencia de calcio, fósforo, vitamina D o zinc puede causar que los huesos se debiliten y se fracturen con facilidad.
- El ejercicio: un ejercicio moderado y adecuado a la edad y al tamaño del cachorro es beneficioso para su salud física y mental. Sin embargo, un ejercicio excesivo o inapropiado puede dañar los huesos y las articulaciones, especialmente si se realizan saltos, giros o carreras bruscas. También es importante evitar el sobrepeso, ya que aumenta la presión sobre las extremidades.
¿Cómo se trata la enfermedad ortopédica en cachorros?
El tratamiento de la enfermedad ortopédica en cachorros de razas grandes dependerá de la causa, la severidad y la localización del trastorno. En general, el tratamiento puede incluir:
- Medicación: el veterinario puede recetar antiinflamatorios, analgésicos o condroprotectores para aliviar el dolor, reducir la inflamación y proteger el cartílago. Estos medicamentos deben administrarse bajo supervisión veterinaria y siguiendo las indicaciones de dosis y duración.
- Cirugía: en algunos casos, puede ser necesario recurrir a la cirugía para corregir la deformidad, estabilizar la articulación o reemplazar el hueso o el cartílago dañado. La cirugía puede ser más o menos invasiva, dependiendo del tipo de intervención y de la edad del cachorro. El veterinario valorará los riesgos y los beneficios de la cirugía y te informará de las opciones disponibles.
- Rehabilitación: después de la cirugía, o en casos leves o moderados, el cachorro puede necesitar un programa de rehabilitación para recuperar la movilidad y la funcionalidad de las extremidades. La rehabilitación puede incluir ejercicios de fisioterapia, hidroterapia, masajes, electroestimulación o acupuntura. El veterinario te indicará el tipo y la frecuencia de los ejercicios, así como las precauciones que debes tomar.
¿Cómo prevenir y mejorar la enfermedad ortopédica?
La prevención y la mejora de la enfermedad ortopédica en cachorros de razas grandes se basan en tres pilares: la alimentación, el ejercicio y el control veterinario. Algunos consejos que puedes seguir son:
- Alimenta a tu cachorro con un pienso de calidad, específico para su raza, edad y tamaño, y respeta las cantidades y los horarios de las comidas. Evita darle sobras, golosinas o alimentos que puedan ser perjudiciales para su salud, como el chocolate, el ajo o la cebolla.
- Proporciona a tu cachorro un ejercicio adecuado, que sea divertido, variado y adaptado a su nivel de energía y resistencia. Evita los ejercicios que puedan ser demasiado intensos, bruscos o repetitivos, y opta por los que favorezcan el desarrollo muscular, la flexibilidad y el equilibrio. También es importante que le des descansos y que le hidrates bien.
- Lleva a tu cachorro al veterinario con regularidad, para que le haga revisiones, vacunas y desparasitaciones. Si observas cualquier signo de alarma, no dudes en consultar con el profesional. El veterinario te aconsejará sobre el cuidado y el seguimiento de tu cachorro, y te resolverá cualquier duda que tengas.
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